ENTRENAMIENTO DE GUERRA

Tras dos días y una noche en Lilongwe me tocaba pasar la siguiente en Salima. Eran casi las cuatro y media cuando alcanzábamos las afueras. ¿Qué era eso? como si hubiéramos aterrizado en otro país. Militares armados, con sus cascos de camuflaje, sus chalecos….vestidos como para una guerra.
Habían cortado la carretera, con vallas provisionales paraban todo vehiculo ya fuera bus, coche o bicicleta y a los pocos transeúntes que por allí se atrevían a pasar. De uno en uno nos hacían salir con nuestras pertenencias y dependiendo del sexo ibas detrás de un árbol u otro, mientras veías conductores que enseñaban el maletero o el capó con un rifle apuntando a un metro de su cabeza.
Yo era la única extranjera en ese batiburrillo, nada mas bajar del minibús dos soldados (ella y él) se me acercaron muy corteses y sonrientes a explicarme que estaban de maniobras y que solo era un ejercicio para buscar armas y similares, que me agradecían mi colaboración. Me fui detrás del árbol correspondiente donde una soldado me registró y también mis bolsas, tras lo cual con una sonrisa en los labios la misma chica me pidió el mp3 como regalo…respondí a su sonrisa le regale un simple “no” como toda respuesta, me despedí en chichewa y volví a mi autobús despotricando en castellano.

Tenía la intención de hacer cosas en Salima antes de cenar, decidí dejarlo para esta mañana, no había metro cuadrado de la ciudad sin su militar, con su arma, sus palos, sus camiones y su soberbia.

Todos mis besos de hoy para Jose y Jose Manuel….y que me expliquen si es normal que en un país que no está en guerra ni en alarma de, es normal usar al personal civil como sujetos de practicas.