Lowani Malawi

lunes, marzo 29, 2010

MI EXPERIENCIA CON LA MALARIA

Una vez hemos pasado la prueba de la malaria, ya la cuarta. Usas mosquitero, manga larga al atardecer, evitas los charcos y desperdicios alrededor de la casa, a veces incluso insecticidas, aceite de citronela y hasta albahaca, pero da igual, al final en época de lluvia tarde o temprano caemos.

Desde que te pica el mosquito hasta que empiezas a notar los síntomas son unas dos semanas…un día empiezas a notarte mas cansada, y los músculos empiezan a agarrotarse, hasta que estalla, las piernas, los brazos, la espalda te duelen como si hubieras corrido la maratón, la cabeza te pesa y el dolor se asemeja a esos días en los que el cielo no se decide a desatar la tormenta y, mientras, nos castiga con esa presión en el ambiente. Ya intuimos la malaria, pero aun así nos resistimos a creerlo y no vamos al hospital hasta que una noche la fiebre hace su aparición y a veces los temblores.

Una vez en el hospital empieza el tratamiento y si lo has cogido a tiempo solo te darán las pastillas de quinina y unos paracetamoles, si no, la misma quinina intravenosa, nolotil para el dolor, algún suero de glucosa y vitaminas….durante todo el tratamiento sigues notando unos dolores de cabeza que cada vez van a mas…las articulaciones te duelen tanto que te gustaría arrancarte las rodillas, a todo esto se suman los efectos secundarios de la quinina perdida de audición acompañada de un horrible y continuo zumbido lo que provoca mareos y perdida de equilibrio, y por supuesto nauseas.

Un calvario, de verdad. Mientras intentas salir del paso las nauseas te impiden comer y la enfermedad se esta cebando con tus glóbulos rojos, así que cada vez mas débil cuando logras superar la prueba has perdido unos cuantos kilos y tus niveles de hierro están por los suelos.

Esta es mi experiencia, de mas esta decir que la mayoría pasa la malaria en casa como pueden y los que van al hospital no pueden acceder ni a suero de glucosa ni vitaminas ni nada, además sus niveles de hierro por la escasa alimentación ya están bastante bajos con lo que tras o durante la malaria les viene la anemia y, sobre todo en niños, la muerte.

Una vez recuperada mando todos mis besos de hoy a Lidia que ha decidido que cuando sea mayor quiere ser…alta. A ver si hay suerte viene pronto la jodida vacuna y los niños de aquí pueden llegar a mayores aunque sean bajitos.