Lowani Malawi

viernes, enero 02, 2009

Malawi, nacer y morir

De unos que vienen y otros que se van.

La semana pasada estaba en el pueblo, las dos de la tarde y me iba a una reunión con los profesores, al pasar nos cruzamos con una vecina que estaba trabajando en el campo poniendo el fertilizante al maíz (agacharse...levantarse...dar un paso al lado…volverse a agachar), embarazada de ocho meses y ahí estaba la tía.
Volviendo a casa ya de noche (las siete de la tarde)…la abuela por un lado corriendo a su casa...otra preparando bultos…la niña de la embrazada llorando (dos años)…¿Qué pasa? Pues que ha empezado con dolores de parto, la abuela se queda con los niños y ella con el marido y la cuñada van a echar a andar 10km, de noche con contracciones para llegar a la clínica mas cercana, que no un hospital. Yo estaba ojo plática que diría aquí la amiga Patricia.

Bueno pues no solo llegaron si no que además parió y a las dos de la tarde del día siguiente estaba yo en su casa en el pueblo con otras amigas charlando con ella y cogiendo a su niño (que todavía no tiene nombre…hasta que alguien se lo quiera poner).

Diez kilómetros con dolores de parto, pare a un prematuro y anda otros diez kilómetros de vuelta a casa, todo en menos de 24h.

La simplicidad con la que esta mujer dio a luz me vino a la cabeza anteayer cuando asistí a la complicada parafernalia de un entierro.

Cuando se muere alguien es como si se parara el mundo alrededor, todos los familiares, amigos, los de su pueblo y ni se cuantos mas han de hacer los honores…sin ir mas lejos en mi caso junto con otros nueve nos hicimos tres horas de viaje y otras tres de vuelta para asistir y nuestra relación era: compañeros de trabajo del yerno del difunto.

Llegamos y el ataúd estaba en la casa, saludas a la familia cercana, luego se celebra una misa de unas dos horas bajo el sol en la puerta de la casa del difunto con bailes y cantos y recogidas de dinero varias (para la iglesia no para la familia), tras la misa se mete el ataúd en un pick up y la gente andando detrás al cementerio, que suele ser un lugar en mitad del bosque y se mete en la sepultura mientras se sigue cantando, luego discursos y de vuelta a casa del difunto donde se preparan cantidades de comida que suelen incluir cabra o pollo o vaca como si fuera de honor. Los días siguientes la familia hará una especie de vigilia.

El ritual a veces cambia según la religión o el poder adquisitivo del muerto o de la familia, pero lo de la comida, el paseo al cementerio, y la vigilia es siempre.
Además se señala el lugar donde se esta “celebrando” el funeral con ramas para que quien pase en bici se baje en señal de respeto y los coches vayan mas despacio.

No he visto sitio donde se de tanta importancia a los muertos y tan poca a los nacimientos, nadie se gasta un duro en ir al hospital en coche a parir o si estas enfermo, pero si estas muerto, antes de que acabe el día ya tienes comprado el ataúd, un coche para llevarte al cementerio y al menos una cabra para que se la coman en tu honor. Si una familia tiene más de una muerte al año se van a la ruina.

Todo bien por aquí dentro de lo que cabe…parece que este año las lluvias están cayendo como debe ser, ya veremos si sigue así.

El periódico dio a conocer ocho casos de cólera, cosa que es de lo más normal, no es rollo epidemia, en la ciudad suele haber, sobre todo en las barriadas. También se hizo hincapié en alguna muerte por hambre en la zona de Balaka, al sur, por nuestra zona de momento no se ha llegado a tanto, pero de aquí a que acabe la época de lluvias quien sabe.

Besos mil.