Lowani Malawi

sábado, junio 13, 2009

DE VUELTA

Ya he confirmado el billete, así que llego a Madrid el 16 de junio a las 9:35 am. Y regreso el 25 de septiembre a las 16:30. Es martes, supongo que Samuel andará muy liado así que si no me puede venir a buscar que me lo diga y me cojo el bus.

Ana, a ti espero verte en el aeropuerto para darte las cosicas y después con más calma claro.

El 20 de junio me bajo para Almería...que lo sepas Maise, aunque te llamo en cuanto llegue a las Españas.

Patricia, no me puedo creer que me hagas esto y me abandones este año...de todas maneras confio que bajes una o dos o más semanitas para achucharnos y eso...que vaya bien en Arano y besazos a Mila a la que espero ver.

Vene, 100% que nos vemos y te engaño para que me lleves al teatro...es casi ya una tradición ir al teatro antes de volar de regreso a Malawi, de todas maneras se que bajaras a la haima tarde o temprano.

Julia, me devuelven tus correos a la dirección vieja y la nueva no la encuentro, si recibes este dile a agur o a Esther que te reenvíen el de ayer.

Eva, sigo sin saber nada de ti, así que te llamo en cuanto llegue y si no me plantaré en la puerta de tu casa hasta que aparezcas, besazo

viernes, junio 12, 2009

ASI SON LAS COSAS

-“It´s culture!” Que vendría a traducirse por “es tradición”, no en el literal, pero en el sentido figurado.
De esta manera se da por zanjada una discusión acerca de algo que no tiene sentido en el siglo que vivimos…o al menos no lo tiene para alguien criado en un país de los del llamado primer mundo.

Bajo el yugo de la tradición a nadie se le habla de un embarazo…en ningún sentido hasta que estas embarazada de cinco meses mas o menos, cuando este se empieza a hacer visible vaya.

Sin información ninguna ni en casa ni en la escuela.

Cuando estas embarazada has de cubrirte con el chitenge de las axilas a las pantorrillas para hacerlo invisible. Nadie se atreverá a preguntar ni hacer ningún tipo de comentario acerca de tu estado.

En el momento que la tripa empieza a notarse tu madre señalará a unas cuantas mujeres de los alrededores para charlar acerca de tu embarazo, en esa reunión no participa tu madre aunque quizá si tu abuela o tus tías. Interesantes consejos basados en la sabiduría popular acerca de que hacer o no durante los cuatro meses restantes. Se hace en tan avanzado estado porque lo primero que hacen es mirarte lo redondo de tu tripa para ver si es verdad que estas embarazada.
Como ya digo la mayoría son buenos consejos aunque la explicación que te dan sea increíble, supersticiosa o simplemente estúpida. Algunos otros ni merece la pena escucharlos.
Comer lo que el niño te pida aunque sea tierra, parir en cuclillas si te pilla sola, no pelearte…pero sobre todo no digas nada de estos secretos de las mujeres embarazadas más que a otras que lo estén.

(Haciendo un inciso os diré que en la reunión de Lucia insistieron mucho en que ella no me dijera nada de estos secretos y además debía ocultarme los movimientos del niño, dolores…bueno todo. Pues al compartir techo igual se veía tentada, pero tenia que entender que yo igual me asustaba y no quería quedarme embarazada nunca…en fin, que se supone que a mis 36 añazos soy una ignorante total en este asunto.)

Esto de empezar los dolores y llamar a un taxi o a una ambulancia en este país es de ciencia ficción, así que cuando tu crees que esta cerca o la enfermera lo cree así te vas con todos los bártulos a vivir al hospital con tu acompañante.

Cuando empiezan las contracciones te meten en una sala de partos en la que puede haber entre dos y veinte mujeres más en tu misma situación. En la famosa reunión te han instruido para que aguantes el dolor sin quejarte, gritar o llorar, así que la sala es un coro de apagados quejidos con música gospel de fondo de alguna radio de alguna enfermera o celador.
Al hospital has de ir con: un pedazo de plástico negro (como una bolsa de basura grande y abierta), una palangana grande, un trozo de cuerda fina, tres chitenjes (especie de pareo) y un trapo o pedazo de toalla u otro chitenge.
Extiendes tu plástico en la camilla, encima un chitenje y te tumbas…esperas a dilatar y pares sin anestesia o algo que se le parezca, cortan el cordón y lo atan con la cuerda, envuelven al niño en otro chitenje mientras con el tercero te limpian, te cosen lo que se haya desgarrado, te ponen el trapo entre las piernas para la sangre que vas a perder y con tu niño en brazos y la palangana con los trapos ensangrentados te vas a otro cuarto común, el de las que ya han parido.

(Lucia tuvo tal desgarro que le dieron doce puntos, por supuesto sin anestesia, sin gritar, sin derramar una lagrima, sin intentar cerrar las piernas. Estuvo casi 48 horas sangrando, uso lo que serian una docena de trapos de cocina que de empapados se tiraron a la basura y su parto y postparto entra en los parámetros malawianos de normalidad. Por otro lado tuvo enchufe al parir en el hospital donde yo trabaje dos años y pude estar en la sala de partos todo el rato y tuvo habitación privada)

De repente hasta gente que no conoces te viene a dar la enhorabuena y te dan las gracias (por haber parido se supone), traen platos de harina, alubias, arroz o pollos para el bebe. En ese momento sabes que todo ha ido bien y se va a comprar algo para la criatura como un body o un chitenji para acarrearlo y entonces cortas tus chitengi viejos para hacer pañales.

Esta vendría a ser la historia de un embarazo en el pueblo de una madre primeriza.

Ah! Los bebes nacen blancos-rosita, no es hasta cerca de tres o cuatro semanas después que cambian el color.

Os quiero to´l rato

sábado, junio 06, 2009

Este es un post difícil de escribir, es más, no creo que pueda expresar todo lo que siento, pero al menos haré que os llegue el mensaje.

Un pueblo en mitad de la sabana, una choza de barro y paja, una familia, seis hijos…a duras penas, con gran trabajo cultivan maíz, alubias, cacahuete y algodón, para comer y algo para vender y conseguir medicinas, fertilizante, jabón, sal…el padre tiene un par de zapatos que se pone los domingos y todos los vestidos de la madre caben en una bolsa del mercadona…los hijos descalzos al colegio, las primeras sandalias cuando cumplen los diez años.

Podría ser cualquier familia del medio rural de Malawi.

De repente, una oportunidad, la hija mayor consigue a los once años que una congregación católica se haga cargo de su educación. Durante años le dan educación, comida, ropa…a cambio, ayudar con los pequeños que están a cargo de la misma congregación, a veces, ayudar en el hospital incuso en época de cólera…no esta permitido quejarse, hay que estar siempre agradecida…la mas minima falta va acompañada de un sermón acerca de lo mucho que debe a esa comunidad que le ha acogido. En definitiva, el tener una oportunidad ha supuesto crecer con un sentimiento de sumisión a aquellos que la ayudan…ser pobre significa dar gracias, aguantar y callar.

Catorce años en ese ambiente, en el que has de arrodillarte para hablar con un adulto. Las monjas ya no pagan mas estudios, si quiere los exámenes de ultimo curso tendrán que ser por su cuenta. Otra oportunidad y alguien cercano le paga los estudios de último curso, una de las mejores escuelas del país, exceptuando las de los hijos de extranjeros residentes. Rodeada de hijas de las familias bien de Malawi, atentos profesores, dedicados que incluso se ofrecen a clases particulares.

El subdirector del colegio, sabiendo que quien le paga los estudios esta lejos y que sus padres “son nadie” pone especial interés en ayudarla…aunque su interés va encaminado en otra dirección y ella acaba siendo forzada. La sumisión de años, la impotencia de unos padres que no pueden hacer nada, quien la puede ayudar a miles de kilómetros, la amenaza de expulsión y perder toda oportunidad de hacer algo mas que plantar maíz…de nuevo a callar.

Un recuerdo para toda la vida…ese encuentro la dejo embarazada.

Cuando su sponsor vuelve ya es demasiado tarde…demasiados meses, la policía no puede hacer nada y el abogado da ha entender que incluso entonces, poco se podría haber hecho. El aborto es inviable, no solo es ilegal (eso siempre se puede arreglar) además es arriesgado para ella.

Impotencia, rabia, lloros y resignación…ha habido de todo. Despertarse a medianoche con las pesadillas de lo ocurrido, romper a llorar al acordarse aun sin querer hacerlo. Ese estúpido sentimiento de vergüenza que la hacia sentirse culpable…la gente habla y a veces nada bueno. Las explicaciones a cada nuevo medico o enfermera o conocido fuera del pueblo, por suerte en el pueblo se respeta y no se pregunta, la discreción es parte de la cultura.

Lamentablemente esto no es el guión de una película o el argumento de un libro, tampoco es algo que me han contado que le ha pasado a alguna familia de otro alguien.

Tan cercano a mí ha sido que, lo he vivido, sufrido y llorado como ella. Vive conmigo y hemos sobrevivido a esto como hemos podido, sobre todo, apoyándonos y queriéndonos mucho, es lo único que podíamos hacer.

Hemos aguantado este embarazo y esperado en el hospital tres semanas a que diera a luz. Ahora es madre de una niña que se llamara Marina para que al mirarla nos recuerde a alguien a quien queremos.

El dolor de estomago y el nudo en la garganta todavía están ahí y supongo que por mucho o por siempre, no lo se. Lo que si sé es, que realmente, nunca podré expresar con palabras todo lo que llevo dentro por mucho que me esfuerce y desde luego ella, ni quiere intentarlo.

En fin, os quiero to´l rato.

Todos mis besos de hoy a mi madre y a mi tía que han estado superpendientes de nosotras estos meses y a Julia que tuvo la palabra justa en el momento adecuado.