EL MOLINO DE MAIZ

Ya sabéis que durante cuatro años no hemos parado de hacer cosas en la zona de takumana school. Tanto en educación como en salud y calidad de vida hemos puesto nuestro granito de arena, pero hay algo de lo que me siento especialmente orgullosa: el molino de maíz.

No solo ha hecho que las mujeres de la zona tengan que andar menos y pagar menos por moler su maíz, si no que todo el beneficio repercute en la comunidad.

A día de hoy se cumplen seis meses desde que se instaló el molino. A dado empleo a tres personas y lo gestiona un comité de voluntarios entre los que se encuentran dos jefes. El molino no solo sigue funcionando, si no que esta en perfectas condiciones de uso, compran diesel suficiente para que este no este parado ni un solo día y además genera beneficios después de pagar a los trabajadores.

El dinero se guarda en una cuenta conjunta del comité en espera de ser necesitado. Las cuentas son revisadas cada tres meses por el coordinador de proyectos, Christon Kamphiningo y la decisión de inversión beneficios será anual en la reunión de toda la comunidad para la organización de proyectos del siguiente año.

Por fin, estamos haciendo comunismo del de verdad.