Lowani Malawi

viernes, enero 22, 2010

BICI AMBULANCIAS

Una mañana después de desayunar nos llegan las noticias de lo que paso en el pueblo el día de antes.
Hay un abuelo que se dedica a hacer esterillas, aventadores y cosas similares de bambú y caña, vive con su esposa que se dedica a las labores del campo y la casa además de moldear y cocer cántaros y potes de barro tanto para cocinar como para conservar el agua fresca.
En una de sus incursiones al bosque en busca de leña para cocer los cántaros la abuela tuvo la mala suerte de que una esquirla saltara aterrizando en su ojo. Entre dolores y gritos fue como pudo a casa y allí empezó a delirar (probablemente por el intenso dolor), entre cuatro parientes pidieron una carretilla de las que usamos para las obras en el colegio, la montaron en ella y por turnos fueron empujándola los quince kilómetros que nos separan del dispensario del gobierno.

La imagen en mi cabeza era dantesca como supongo lo estará siendo en la vuestra.

Este problema se convirtio en una de las prioridades del área a resolver y por fin mañana sábado 22 de enero de 2010 pondremos nuestro granito de arena para solucionar lo que en nuestra mano está, se repartirán 10 bici ambulancias, bicicletas a las que se les acopla una camilla de ruedas con una colchoneta para traslado de heridos, enfermos graves y parturientas.

Fáciles de mantener y de manejar, supondrán no solo una oportunidad si no también aportara dignidad al enfermo.

Por otro lado no solo llegaran al dispensario del gobierno si no al hospital misionero, mejor preparado.

La abuela estuvo dos días entre dolores esperando hasta que decidieron que no podían hacer nada pues no hay oftalmólogo en los hospitales rurales, así que la devolvieron a casa andando con un bote de aspirinas y un ojo menos. Ahí, de momento, nada podemos hacer. Así que una vez más dar las gracias al Colegio de Médicos de Zaragoza, a la Asociación Tinkunakama y a la incombustible Pepa por hacer el proyecto realidad.

Os quiero to´l rato